Fernando MORA MINGUEZ : "Psiquiatria e inmigracion. Perspectiva transcultural"

Extracto de : http://www.saludmental.info/Secciones/psiquiatria/2007/psiquiatria-inmigracion-perspectiva-transcultural-junio07.html

Fernando Mora Mínguez. MIR IV Psiquiatría H. DR. R. Lafora.

1.- Inmigración en nuestros días. Introducción

Los cambios sociales vividos en los últimos años en España tienen como uno de los elementos principal la inmigración, donde hemos pasado de ser un país de emigrantes a ser un receptor de inmigración y esto, en un corto espacio de tiempo.
En los últimos años, España ha acogido a más de tres millones y medio de personas procedentes de países extracomunitarios. Los inmigrantes se asientan en núcleos muy grandes, concentrados principalmente en Madrid, Cataluña, Andalucía y Comunidad Valenciana. Tenemos medio millón de personas procedentes de Ecuador ; medio millón de Marruecos ; 200.000 de distintos países de América Latina, de Rumania, otros países de Europa del este y África. Esta nueva configuración demográfica nos obliga a cambiar nuestra aproximación. No sólo por el problema idiomático, sino también por entender y hacernos entender, por establecer la relación entre el profesional sanitario y el paciente adecuada y necesaria para poder abordar el problema del paciente que viene a nuestra consulta.
Estos cambios aparecen más marcados cuando nos circunscribimos a Madrid, donde en un período inferior a 10 años se ha multiplicado por 6 el número de residentes no nacidos en España. El Madrid de hoy aglutina personas de 180 nacionalidades, con cifras entre los 480.000 y los 650.000 extranjeros (dadas las irregularidades en el empadronamiento) en el año 2005, lo que representa un 12-15% de la población, cifra que contrasta con el 1% de 1986. Hoy uno de cada siete habitantes de Madrid, es extranjero.

2.- Salud mental e inmigración

· Introducción
La psicopatología de la inmigración se inscribe de un contexto más amplio, el de la llamada psiquiatría cultural, una especialidad de psiquiatría que se ha desarrollado en los últimos 20-25 años y que intenta definir el impacto de la cultura en el diagnóstico y tratamiento de las alteraciones psiquiátricas, de los trastornos mentales.
El 30% de la población mundial presenta algún tipo de trastorno psicótico y solamente un tercio de estos pacientes será diagnosticado como enfermo mental. Eso quiere decir que una importante cantidad de pacientes fluctúan entre ser diagnosticados o no, circunstancia que depende no sólo de la patología que padece, sino también de la tolerancia de la cultura que los recibe. En definitiva del choque cultural que se produce cuando entran en relación los síntomas con la aceptación cultural.

· Proceso de adaptación al país anfitrión.
Este proceso conlleva la pérdida de elementos muy significativos en la vida de todo emigrante como son la familia, amigos, situación social, identidad nacional (representada por el idioma, la cultura, la tierra...), que hace que el inmigrante se vea sometido a una serie de procesos de estrés.
La capacidad del individuo de seguir sintiéndose él mismo en la sucesión de cambios forma la base de la experiencia de identidad, pero puede haber un límite de cambio tolerable, más allá del cual la identidad se podría dañar irreparablemente. El inmigrante, en su lucha por la autopreservación, necesita conservar elementos de su cultura. Todo emigrante se ve sometido a una serie de procesos de duelo por experimentar la pérdida de elementos muy significativos de su vida, conocido como duelo migratorio.
Este proceso de adaptación está condicionado por varios factores :
- La semejanza de las culturas, que reduce el choque cultural.
- La receptividad de la cultura anfitriona.
- La personalidad del individuo.
- La edad el individuo : dentro de las familias, los miembros de ellas se adaptan a diferente ritmo, los niños lo hacen rápidamente y, por su facilidad para adquirir el idioma y la cultura. Por el contrario, el resto de la familia se convierte en la “conciencia étnica”, intentando preservar las tradiciones como una forma de identidad personal.

Una vez instalados en el país que los recibe, los emigrantes pueden seguir varias pautas de comportamiento :

* Integración : es la pauta más óptima, consiste en adquirir la cultura del país sin perder la propia, el individuo se maneja de forma adecuada con ambas culturas. Exige un esfuerzo enorme y es difícil de conseguir ; si bien, cuando lo hace es muy enriquecedor, tanto para el inmigrante que se integra como para las personas que le rodean en el nuevo país.

* Asimilación : la persona renuncia a su propia cultura ; adquiere usos y costumbres de la sociedad que le acepta e incluso los hipertrofia.

* Coexistencia : es como su “pequeño país dentro de otro” ; mantiene su cultura sus usos y costumbres, su red social reconstruida a base de contactar con personal de su mismo país de origen y se mantiene como aislado, encapsulado dentro del país que le recibe, a veces sin ni siquiera aprender la lengua, manteniendo una red social interna entre ellos.

* Marginación : Se produce cuando el inmigrante no entra, no capta, no comprende la nueva cultura, rechaza o no es capaz de integrarse, de entender, de participar de la cultura que le recibe, sin ser capaz de mantener sus raíces, es “el desarraigado”, con altos niveles de estrés.

* Rechazo : es el más peligroso, en muchos casos consecuencia de una evolución natural de la marginación. Se produce por dos vertientes : la del propio inmigrante, que utiliza una crítica activa hacia todo lo que le ofrece la nueva cultura, “rechaza lo que no entiende” ; y la de la nueva cultura y el entorno social del país que le recibe.

Ante todas estas diferentes situaciones de estrés, los profesionales de la salud mental tenemos que tener en cuenta que no se trata solamente de diagnosticar y tratar, sino también de prevenir y ayudar a la persona de otra cultura con la que establecemos el contacto. Se trata de ayudarles a integrarse.

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